lunes, 25 de mayo de 2009

Autodefensa


“Agudas espinas que emergen de las entrañas, energía gastada en vano, desesperada tenacidad que impresiona solo a quien no tiene intención de herir.
El “progreso” capitalizado en cifras pasó consumiendo, rompiendo ilusiones y esperanzas. La bestia pasó y en su delirante carrera ni siquiera reparó en el daño causado. Se alejó expulsando fétidos gases, aplastando juncos y caracoles, ignorante del sol y la tierra. Roturando hormigueros y nidos, sembrando pan para hoy.

No hubo llanto, solo la rabia y la frustración que produce no poder perseguir al agresor, viendo como se aleja mientras ante el temor de un nuevo ataque se pulsan las alarmas al tiempo se despliegan las mas sofisticadas “armas”, tarde; se siente el engaño.

El daño esta hecho y nadie pagará por ello. El odio crecerá si se riega y a medida que crece las heridas no curan.

Pedir la muerte por no matar, sin posibilidad de defensa solo queda destilar veneno y espinas, vomitar la rabia y esperar que alguien al pasar vea que el dolor no terminará mientras no se comprenda que la vida no es propiedad de nadie.”

Una obra que forma parte de la exposición “5 naturalezas” recientemente inaugurada en la Cabrera (Madrid) a cargo del colectivo GRUP-O.

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